En 2018, Saba registró un cambio significativo de su configuración accionarial. CriteriaCaixa adquirió a Torreal, KKR y ProA el 48,7% de Saba Infraestructuras, pasando a controlar el 98,8% del capital social. Una vez materializadas, a finales del ejercicio, algunas compras adicionales de acciones, CriteriaCaixa ostenta un 99,5% de la compañía, manteniendo así el apoyo al proyecto de Saba de la misma manera que ya mostró, junto a un grupo de accionistas minoritarios, en 2011.

En el Informe Anual del pasado ejercicio, subrayé la transformación de la compañía, tanto desde ámbito interno, con un incremento sostenido de la eficiencia operativa del Grupo, como desde la vertiente externa, con la integración de las infraestructuras que gestiona Saba en el ecosistema de las Smart Cities bajo el foco permanente de la innovación tecnológica y la visión comercial.

Dos ejes de actuación prioritarios para Saba que en 2018 se consolidaron y fortalecieron y a los que se sumó de manera decidida el vector del crecimiento y la diversificación geográfica. La mejor muestra de la coherencia en torno a la hoja de ruta de expansión marcada por la compañía desde 2011 es el cierre, en diciembre de 2018, de la operación que representa la entrada de Saba en cuatro nuevos países, Reino Unido, Alemania, Eslovaquia y República Checa y que equivale, prácticamente, a doblar la estructura de la compañía.

Con esta compra, Saba pasa a gestionar 384.500 plazas en 1.200 aparcamientos de nueve países en Europa y América Latina, con 2.300 empleados y una vida concesional de en torno a los 25 años. Se trata de un salto cuantitativo de primer orden y una mejora notable de la cartera en el negocio de aparcamientos de Saba, con un incremento en el número de plazas del 80%. Es también un avance cualitativo de calado, teniendo en cuenta la plataforma estratégica que suponen los nuevos países para la expansión en el norte y el centro de Europa. Desde 2011, Saba ha invertido más de 800 millones de euros con el fin de alcanzar la posición de referente en el marco internacional.

Ahora, asumimos nuevos retos derivados de este aumento de perímetro que requerirán de un esfuerzo transversal de toda la compañía y que deben compatibilizarse con la gestión de la red actual. Y lo hacemos convencidos de que debemos trabajar sobre los ejes que siempre han guiado el desarrollo de Saba.

Si hablamos de la eficiencia operativa del Grupo, podemos afirmar que se ha consolidado en 2018, con una rentabilidad en términos de EBITDA sobre ingresos del 48%, la más elevada de las empresas de su sector. Si se tienen en cuenta los nuevos países, donde hay un mayor peso específico de los contratos de gestión, el margen se sitúa en el 41,5%, que continúa siendo el más alto.

Si nos referimos a transformación externa, seguimos convencidos de seguir apostando por un modelo de movilidad urbana sostenible, equitativa y eficiente en el que el aparcamiento es un hub de servicios integrado en la política de movilidad de la ciudad y en el que las nuevas tecnologías marcan el camino a seguir. Nuestra esencia actual de negocio, al que podríamos denominar Smart Parking, representa tener en cuenta un ecosistema de negocios asociados a la infraestructura y a las personas que las utilizan y, en este apartado, podemos destacar el despliegue en 2018 de la cobertura 3G en los aparcamientos. Por otro lado, se ha llegado a un acuerdo con Endesa para impulsar la mayor red de recarga de vehículos eléctricos en aparcamientos de España. Y en la misma línea, el esfuerzo de Saba por la reformulación tecnológica del negocio, impulsando la venta de productos 100% digitales y llevando el nuevo modelo de web e-commerce a Italia y Portugal.

Hemos seguido trabajando en 2018 en la aprobación e implementación de diversas normativas y procedimientos en la línea de consolidar la transparencia, la eficiencia, la responsabilidad y la sostenibilidad como los pilares básicos que guían la actuación ética de la compañía. Aquí destacaría la extensión a todos los países del Grupo del Manual de Prevención de Delitos aprobado en 2017.

Mantenemos el desempeño de nuestra actividad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, integrando estos principios en la estrategia, la cultura y las acciones cotidianas del negocio. En cuanto a medio ambiente, un año más, hemos impulsado mejoras para reducir el impacto de nuestra actividad sobre el cambio climático, con una reducción del consumo eléctrico del 3% respecto a 2017 y la extensión a Italia de la Certificación ISO 50001 de Gestión Energética.

Insistiremos en nuestro compromiso con ser partícipes de la evolución de las ciudades y contribuir a la sostenibilidad y a la responsabilidad empresarial, apoyando proyectos de ámbito social y medioambiental, con un claro enfoque a la protección de colectivos más desfavorecidos. En 2018, además de proyectos ya consolidados en los que Saba participa como el SJD Pediatric Cancer Center Barcelona o el nuevo Centro de Neonatología Avanzada de la Vall d’Hebron, hemos incorporado nuevos acuerdos de colaboración con Cáritas o Aldeas Infantiles, entre otros, manteniendo la labor con Incorpora, de la Obra Social de La Caixa.

Y continuaremos hacia adelante, mirando al futuro con un equipo directivo y un equipo humano del que quiero destacar el compromiso y la dedicación de la gestión diaria y la de proyectos de envergadura como el de la integración de nuevos países. Y en este apartado, deberemos asumir el reto de ofrecer oportunidades de crecimiento y de desarrollo profesional, pero sobre todo de integrar culturas, de incluir la diversidad como fuente de riqueza para la innovación y el aprendizaje continuo.