Saba se halla ante la explosión de un nuevo ecosistema de la movilidad. En este escenario, la compañía trabaja para convertir el aparcamiento en un hub de servicios de movilidad para las personas y las mercancías, especialmente para la denominada logística de última milla. Instalaciones convertidas en un “meeting point” de la movilidad, pero, sobre todo, de un espacio dinámico y conectado en el que se concentran nuevos usos más allá de lo que ha sido tradicionalmente el sector del aparcamiento.
Los cambios en los hábitos de movilidad de las personas generan nuevas necesidades, favorecido tanto por la irrupción de nuevas tecnologías como por la utilización de medios de micromovilidad personales y activos, el importante crecimiento de la movilidad eléctrica, la expansión del carsharing o la intermodalidad, entre otros.
En los últimos años, Saba ha observado también como el comercio electrónico ha registrado crecimientos del 20% cada año, aupado por la pandemia, con un aumento de la movilidad de las mercancías que es insostenible por su impacto en la congestión viaria y el medio ambiente.
Estas dos corrientes, la explosión de una nueva movilidad y la presión generada en las grandes ciudades por la distribución de comercio electrónico, obliga a Saba a tomar un papel activo con una orientación claramente sostenible que fomente la descarbonización de los vehículos y el impulso del coche eléctrico. Un escenario en el que la pandemia ha jugado un papel determinante al definir el uso del espacio público: es necesario liberar las calles de las ciudades de vehículos que no estén en movimiento y así fomentar una movilidad más eficiente.
Saba se ha propuesto ser parte de la solución a las actuales necesidades de las ciudades y de sus habitantes. Porque sus aparcamientos son nodos intermodales donde los clientes pueden dejar el vehículo privado para optar por el transporte público, compartido o de movilidad unipersonal; un entorno donde guardar con seguridad el vehículo liberando para el ciudadano el espacio público ocupado por el estacionamiento; nodos que actúan como pequeños almacenes para la distribución de última milla de forma sostenible; el lugar donde recargar vehículos eléctricos y, ahora, el escaparate donde encontrar cualquier servicio de movilidad compartida.