En 2017 los ingresos de explotación del perímetro de gestión de Saba se sitúan en los 213 millones de euros (+3,7%), mientras que el EBITDA alcanza los 100 millones de euros (+5,7%), con un margen del 47%, que ha evolucionado de forma creciente en los últimos años y que es el más alto de todo el sector a nivel internacional. Destaca la aportación al EBITDA de los proyectos incorporados al Grupo en los últimos ejercicios (Bamsa y Adif, en España, y CPE en Portugal). A cierre de 2017, el EBITDA de este nuevo perímetro se eleva al 42,5% del total y explica el 63% de la mejora interanual.
Las principales magnitudes de Saba reflejan, por una parte, este buen comportamiento del negocio y, por otra, los esfuerzos realizados por el conjunto de la organización en incrementar la eficiencia operativa del negocio, en implantar iniciativas que permitan a la compañía convertirse en referencia del sector, con particular énfasis en los nuevos sistemas de soporte, nuevas tecnologías y eficiencia energética, además de nuevas fórmulas e iniciativas comerciales, y en desarrollar una gestión activa de los contratos, enfocándose hacia el crecimiento. Saba invirtió 34 millones de euros en el ejercicio de 2017, de los que 21 millones de euros se destinaron a expansión.
Como en ejercicios anteriores, Saba continúa con sus medidas de optimización y gestión del gasto. La adecuación de los canales de comercialización, con especial énfasis en la vía digital, así como de los productos a las demandas actuales, confirma una línea de trabajo orientada a la mejora continuada que debe traducirse en una mayor rentabilidad. Las tradicionales políticas de crecimiento selectivo, basado en criterios de rentabilidad y seguridad económica y jurídica, así como las acciones orientadas a la gestión eficiente de las explotaciones y la innovación tecnológica continúan formando parte de los vectores de actuación de Saba.
Magnitudes económicas de gestión 2017 /Millones €
Ingresos
EBITDA
Ingresos por país 2017
SITUACIÓN FINANCIERA
La estructura financiera del Grupo busca limitar los riesgos derivados de la incertidumbre de los mercados financieros tratando de minimizar los efectos potenciales adversos sobre la rentabilidad financiera. A lo largo de 2017, la compañía ha seguido trabajando para disponer de las herramientas y la flexibilidad que le permitan poder continuar con su objetivo de crecimiento y diversificación. En este sentido, el Grupo evalúa de forma permanente su estructura financiera y, de la misma manera, debe de estar en condiciones de poder mejorarla siempre y en todo momento, según el contexto de mercado y su propia evolución.
En este sentido, Saba ha acometido en 2017 un proceso de mejora de las financiaciones existentes en el perímetro de aparcamientos en Europa (Club Deal) y Chile, que se traducen principalmente en mejores condiciones de precio, ampliando en el caso de Chile la capacidad de endeudamiento adicional, además de mejorar la disposición de caja futura, entre otros aspectos. Por otra parte y en la misma línea de mejorar las condiciones de la estructura financiera de la compañía, también se cerró en 2017 la ampliación de coberturas de tipos de interés.
Los activos totales de Saba a 31 de diciembre de 2017 alcanzan los 1.397 millones de euros. El patrimonio neto consolidado a 31 de diciembre de 2017 asciende a 554 millones de euros, mientras que la deuda financiera bruta (deuda financiera contable sin pasivo por derivados) se sitúa en 532 millones de euros (553 millones de euros en 2016) y la deuda financiera neta, en 330 millones de euros, 26 millones menos respecto al cierre de 2016. En referencia a la distribución de la deuda, al cierre del ejercicio 2017 la deuda a largo plazo representa más del 90%, mientras que el vencimiento medio de la misma se sitúa en el 2021.
Balance consolidado
a 31 de diciembre 2017 / Millones €
(*) Deuda financiera contable, sin pasivo por derivados.
Para minimizar la exposición al riesgo del tipo de interés, Saba mantiene un alto porcentaje de la deuda en tipo fijo o fijado a través de coberturas, del 75%, por lo que no se estima que eventuales variaciones en los tipos de interés pudieran tener un impacto significativo en las cuentas de la compañía.
GESTIÓN DEL RIESGO DE NEGOCIO
Saba tiene establecida una Política de Gestión de Riesgos basada en una metodología de identificación, análisis y evaluación de los diversos riesgos del negocio. Como riesgo se entiende aquel evento que puede impactar negativamente en el cumplimiento de los objetivos estratégicos del Grupo. Entre los riesgos que Saba tiene detectados como de carácter inherente y prioritario destacan:
Madurez de las concesiones. Dado el carácter propio de las mismas, la vida media marca un horizonte temporal concreto que Saba trabaja para ampliar en base a renovaciones, incorporación de nuevos contratos concesionales y otras medidas de carácter análogo.
Regulatorio. Este riesgo puede suponer la necesidad de incurrir en costes o inversiones adicionales a las previstas inicialmente, introduciendo un factor de volatilidad en los resultados. Saba mantiene una política proactiva orientada a aportar propuestas de acuerdo con las nuevas demandas que afectan al sector, que comporten tanto una respuesta factible a dichas necesidades a la vez que incorporen medidas de reequilibrio financiero.
Demanda de clientes. El contexto macroeconómico puede afectar de forma muy significativa al negocio del Grupo. La crisis económica de finales de 2008 ha sido un buen ejemplo del impacto en la demanda de la contracción económica que han debido de afrontar las familias. La respuesta de Saba ha ido en la línea de potenciar nuevas fuentes de ingresos, mejorar las tradicionales mediante una mejor adecuación a las necesidades de la demanda e implementar medidas de eficiencia compatibles con la calidad de un servicio diferenciado que identifique la marca.
Riesgo país. Tradicionalmente, Saba ha orientado su diversificación geográfica hacia territorios con estabilidad económica y jurídica.
Accionariado de Saba
a 31 de diciembre de 2017
Capital social y accionistas
A 31 de diciembre de 2017, Saba Infraestructuras mantiene un capital social de 739.037.783 acciones ordinarias, pertenecientes a una única clase y serie, representadas en anotaciones en cuenta, de 0,10 euros de valor nominal cada una, totalmente suscritas y desembolsadas. A fecha de cierre del ejercicio, la Sociedad no tiene acciones propias en autocartera.
Actualmente, Saba cuenta con alrededor de 3.500 accionistas, que representan el 1,2% de la estructura accionarial. La Oficina del Accionista está al servicio de los accionistas de la compañía para atenderles en todas aquellas cuestiones que les puedan ser de interés. Con una gestión claramente orientada a la calidad de servicio, la Oficina del Accionista dio respuesta en 2017 a 390 consultas, la mitad de las cuales han estado relacionadas con el proceso de compra-venta de acciones y un 23% vinculadas a solicitudes de información en relación a las Juntas Generales celebradas.